“La ley SOPA es un ejercicio legislativo más para intentar controlar Internet
Para Pablo Mancini, periodista y gerente de servicios digitales del Grupo Clarín de Argentina, las iniciativas legislativas atentan contra la libertad de opinión.
“Internet es mucho más que una tecnología”, definía Manuel Castells a uno de los soportes que más ha conectado en todo el mundo desde su creación. Esa creación, según críticos, ahora está a punto de ser vulnerada.
Los proyecto legislativos, impulsados en Estados Unidos, el Stop Online Piracy Act
(SOPA) y Protect IP Act
(PIPA),
han puesto en debate sobre aquellas libertades que parecen serían endebles si se llevaran a cabo.
Por Luis Condori H. (@Sanzio9)
La República.pe pudo conversar con
Pablo Mancini,
periodista y gerente de servicios digitales del Grupo Clarín de Argentina. Estas son sus apreciaciones sobre las controvertidas iniciativas.
¿La iniciativa legislativa de la ley SOPA es algo perjudicial o es una exageración de los medios?
La ley SOPA es un ejercicio legislativo más para intentar controlar Internet. En todo el mundo se han propuesto leyes que en mayor o menor medida persiguen ese objetivo. Son proyectos que buscan detener la piratería, pero tienen un efecto colateral potencial que atenta contra la libertad de expresión y la participación ciudadana. Los medios no exageran, de hecho se quedan cortos. De aprobarse la ley SOPA y la ley PIPA en los Estados Unidos, todos los usuarios de la red nos veremos afectados porque buena parte de los servicios que usamos quedarán regulados en el marco de esa norma. Es una ley nacional, pero de impacto planetario.
Según esta, busca combatir copyrigth no autorizado. Eso no parece un extremismo, o es que para los intereses de Google y demás buscadores representa un peligro.
Es ,sí, un peligro para muchas empresas. SOPA comprometería su negocio para resguardar otro negocio. Pero también es un peligro para todos los internautas y hasta para los medios de comunicación y el periodismo. Imagínate que vía un trámite administrativo -no judicial- alguien pudiese decir que se ve afectado por un enlace que publicó el diario La República en su sitio web, o vos en tu blog, y por esa razón el sitio en cuestión quedara inaccesible. Bueno, ese sería el gusto de todo el Perú tomando SOPA.
Si no es la ley SOPA, ¿qué medidas se debería tomar en Internet, ya que, como se sabe, es el soporte de la piratería?
No es posible detener la piratería. Los hackers y los usuarios van muchísimo más rápido y crean plataformas participativas y de intercambio de contenidos que no hay legislación que pueda seguirles el ritmo. No hay que cambiar verticalmente a Internet. Eso es imposible. Hay que reiventar el negocio de la música. Eso sí es posible.
Hoy, Google y Wikipedia protestaron ante la iniciativa... ¿Crees que se extienda la medida?
Es probable. La gente está informándose y entendiendo que una ley así está hecha a medida de un puñado de empresas, y no de la democracia, ni de la innovación, ni mucho menos de la libertad de expresión ni de la libre circulación del conocimiento. Los periodistas también están entendiendo que afectaría a su profesión dramáticamente.
¿Es momento de poder fiscalizar con los contenidos en Internet?
Con esa premisa, ¿quién los fiscalizaría? ¿Un grupo de notables jurados de la cultura designados por ley? Jurídicamente es posible. Ahora tecnológica, social, cultural y comercialmente, es imposible.
¿Qué es y cómo funciona la Ley SOPA?, en términos simples y sencillos
SOPA, que significa Stop Online Piracy Act es un proyecto de ley introducido en la Cámara de Representantes de Estados Unidos el pasado 26 de octubre de 2011 por Lamar S. Smith (Texas, Republicano) con el objetivo de ampliar las capacidades de los propietarios de derechos intelectuales para supuestamente combatir el tráfico de contenidos en internet y productos protegidos por derechos de autor o por la propiedad intelectual.
El proyecto de ley tiene repercusiones gravísimas para la estructura actual de internet en todos sus sentidos pues permite al Departamento de Justicia y a los propietarios de derechos intelectuales, obtener órdenes judiciales contra aquellas webs o servicios que permitan o faciliten supuesto el infringimiento de los derechos de autor, que incluyen:
Bloqueo por parte de los proveedores de internet a la web o servicio en cuestión, incluyendo hosting, e inclusive a nivel DNS (aunque esto ha sido puesto a discusión).
Empresas facilitadoras de cobro en internet (como PayPal) deben congelar fondos y restringir el uso del servicio.
Servicios de publicidad deben bloquear la web o servicio. Por ejemplo Google Adsense no puede ofrecer servicio en webs denunciadas si esta ley llegara a aprobarse.
Se deben de eliminar enlaces a la web o servicio denunciado.
Además las penas propuestas por la ley son
desproporcionadas, por ejemplo cinco años de prisión por cada diez canciones o películas descargadas dentro de los seis meses de su estreno.
La aprobación de leyes como SOPA crearían efectos colaterales en todo internet que lo cambiarían de forma negativa para siempre.
Las redes de navegación anónimas se volverían ilegales (la anonimidad en internet es importantísima para millones de personas en situaciones de peligro por parte de gobiernos totalitarios).
Nuestras comunicaciones serían oficialmente espiadas para poder determinar si incumplimos (o no) la ley.
Sitios donde se incentiva el contenido generado por el usuario no podrían operar porque sería sumamente impráctico vigilar cada cosa publicada con el miedo de recibir una demanda desproporcionada pues la ley no distingue entre proveedor o usuario en estos casos.
Uno de los aspectos básicos de la web se vería afectado: enlazar por medio a hacerlo a un sitio que tal vez sea sospechoso de violar la propiedad intelectual de una obra. Al enlazar también se estaría incumpliendo la ley SOPA.
Si encuentran similitudes con la
Ley Sinde no es casualidad, evidentemente la ley fue diseñada por el
lobby del copyright que intenta aplicar métodos medievales a las épocas actuales.
SOPA es un atentado a la libertad de expresión. Al igual que la Ley Sinde, la creación de una “lista negra” de webs no accesibles es un peligroso precedente sobre el cual gobiernos y empresas pueden actuar para censurar y controlar información en base a intereses económicos y políticos.
El problema no es la forma en que la gente accede y comparte información, el problema ahora mismo es la falta de una reestructuración de las leyes internacionales de propiedad intelectual que deben ajustarse a nuestros tiempos, a la forma en que las personas usan la tecnología que nos acerca a la cultura y la manera en que la compartimos.